CENTRÁNDONOS EN LOS PROCESOS BÁSICOS DE LECTURA Y ESCRITURA
Apuntes del curso "Trastorno específico de aprendizaje: La dislexia. Intervención en la escuela". Universidad de Burgos. Directora: Gemma Santaolalla.
Como
las dificultades específicas en el aprendizaje de la lengua escrita se centran
en la falta de dominio de los procesos básicos, vamos a explicar detalladamente
QUÉ HACEMOS cuando leemos y escribimos palabras. Una de las teorías que mejor
lo describe es la Teoría de la doble ruta, que identifica dos rutas para la
lectura: la vía indirecta o sublexical (VI) y la vía directa o lexical (VD) y
otras dos rutas para la escritura con características similares (VI y VD).
Comprender cómo funcionan la VI y VD va a permitir identificar dónde tiene cada alumno la dificultad al
leer o escribir (módulo II y IV) y qué ayudas necesita (módulo VI).
EN LECTURA. Distingamos dos situaciones, cuando se está aprendiendo a leer y cuando se tienen muchas experiencias lectoras.
EN LECTURA. Distingamos dos situaciones, cuando se está aprendiendo a leer y cuando se tienen muchas experiencias lectoras.
VI → Cuando estamos aprendiendo
a leer (fase 1 de Chall) o cuando no tenemos experiencia lectora previa con una
palabra (para el lector es una palabra nueva), tenemos que leerla analizando
individualmente cada segmento de la palabra, sílaba a sílaba, es decir, usando la
vía indirecta o sublexical (VI). Por ejemplo, imagina que un
alumno de 1º EPO tiene que leer la palabra “Arba”,
una palabra inventada, por eso
sabemos que es nueva para el alumno.
¿Qué hace el lector? (1) Analiza
visualmente los grafemas de la primera sílaba “A-r”; (2) una vez reconocidos aplica la regla de correspondencia
grafema/fonema (RCG/F) /A-r/ (3) retiene los fonemas en su memoria de trabajo
(MT) con precisión y en el mismo orden y (5) lo pronuncia en voz alta [Ar].
Luego hace lo mismo con la siguiente sílaba [ba]. En estos inicios, fijáos, el alumno lee en
alto, despacio, silabeando /Ar-ba/. Si conociese esta palabra, al terminar de pronunciar la
palabra en alto y escucharse llegaría a su significado. En este caso no puede
conocerla porque, como ya hemos dicho, es inventada. Pero imaginad que el docente en ese momento
explica su significado “es el nombre de la protagonista de un cuento”. La siguiente vez que leyese la palabra ya podría llegar a su
significado.
Como va muy
lento, el docente solicita al alumno la siguiente estrategia (2) que vaya
traduciendo en bajito todas las sílabas de la palabra y (3) que las retenga en su mente [Ar- ba] y al acabar (5) diga la palabra en voz alta [Arba]. Esta estrategia la emplea en varias ocasiones la alumna que habéis escuchado en la presentación de este módulo
Cuando ya es más hábil usando la VI; al almacenar
en la memoria de trabajo (MT) las diferentes sílabas, es como si en su mente
sonasen en voz alta y (4), y comprende lo que lee, si conoce el significado
de la palabra, aunque no lo pronuncie en voz alta. No obstante, (5), esta vía permite pronuniar en voz alta palabras conocidas y desconocidas.

Se leen por VI palabras nuevas o palabras con las que hemos tenido poca
experiencia lectora. Esta vía, como va segmento a segmento, tiene 2
características: pasa la palabra a lengua oral (como si escuchase los
sonidos que va traduciendo en su mente) y aporta precisión a la lectura.
La desventaja es que, si no está bien automatizada, la aplicación de la RCG/F
es lenta y fatigosa.
Si el lector se equivoca en el uso de esta VI, se cometen lo que llamamos errores fonológicos. Estos pueden ser
de 2 tipos: graves y leves.
- Son
errores fonológicos graves las omisiones de un fonema (A-ba), inversiones (Raba),
sustituciones (Erba), adiciones (Arbar), o errores múltiples (Rapa). En estos
casos, el lector acaba leyendo una palabra distinta a la que pone en el texto
y, ésta, generalmente es una palabra sin significado o pseudopalabra
- Son
errores fonológicos leves los silabeos (Ar-ba), rectificaciones (Ra-Arba), repeticiones
(Ar-Arba), vacilaciones (**Arba). En estos casos, aunque con dificultades, se
acaba leyendo la palabra que pone en el texto.
Para emplear
bien la VI son necesarios: conciencia fonológica (CF), memoria de trabajo
secuencial auditiva (MT), una buena consolidación de la RCG/F (para evocar
rápidamente la huella neurológica y su significado) y vocabulario.
VD → El lector, cuando tiene mucha experiencia
lectora con una palabra, crea una imagen o huella visual de la misma en su
memoria a largo plazo (MLP) y al volver a encontrarse con dicha palabra, activa
esa huella visual y reconoce la palabra globalmente (fase 2 de Chall). Usa la vía directa o lexical (VD). En este caso, no se fija en letras
o sílabas, sino en la forma que tiene la palabra: la longitud,
los rasgos que suben y bajan, la secuencia de letras.
Para ponernos en situación, leed el texto siguiente:
Figura nº 4. Texto para construir la vía directa (VD) de la palabra “Arba”:

Esta mismo sucede a nuestro alumnado a medida que
tienen muchas experiencias lectoras con las palabras. Véase la figura nº 5,
(1) Se analiza
visualmente la palabra entera y se detectan regularidades ortográficas. Para ello, se realiza una fijación ocular en el centro de la palabra
(por ejemplo, ”Arba”) y
teniendo en cuenta su longitud, letras que suben y bajan y el contexto en el
que se está leyendo); (2) se reconoce globalmente la palabra y (3), se
accede a su significado.
El proceso de
reconocimiento es como un proceso de comparación entre la forma visual de la
palabra que se lee (secuencia de grafemas percibidos) y las huellas que la
persona ha ido creado en su memoria a largo plazo (MLP) a partir de sus
experiencias lectoras. Al coincidir la palabra que va a leer con “una” de esas
huellas, ésta se actualiza (se reconoce la palabra) y se relaciona con su
significado (información que también está guardada en la MLP). Una vez que ha llegado a su significado (4) puede pronunciarse en
voz alta si se quiere. Pero, este procedimiento de lectura sólo permite
pronunciar la palabra una vez que se ha reconocido y accedido al significado. Si no se reconoce esa palabra, no se puede leer por VD y se usa, automáticamente, la VI, que es la vía que permite leer palabras nuevas.

Se leen por VD palabras que ya conocemos, como el propio nombre, palabras
que aparecen repetidamente en un cuento o en el libro de texto… Esta vía tiene
dos características: reconoce visualmente la palabra entera y aporta rapidez
a la lectura.
Si nos equivocamos usando la VD se pronuncia otra palabra (paralexia) que también es conocida por
el sujeto y que comparte:
- Bien
características visuales con la palabra que sustituye (como sucede entre “Arba”
y “Alba”). Entonces hablamos de paralexia visual
- Bien
características morfológicas (cuando pone “comeríamos” y lee “comeremos”).
Comparte lexema y varía el morfema, por eso se llama paralexia derivacional.
- O comparten que ambas son palabras función dentro de la frase (artículos, determinantes, verbos copulativos…). Se llaman paralexias
de palabras función. Por ejemplo, pone “el” y lee “con”.
Para emplear bien la VD es necesario haber creado una imagen visual de la
palabra en la memoria de trabajo visual
(MT visual), crear una huella de la palabra global en la MLP y una actualización
rápida de la huella cuando se la vuelva a encontrar en el texto.
EN ESCRITURA. El proceso de escritura consta de tres fases:
decidir la palabra que se quiere escribir; uso de una de las dos vías (VI y VD)
y su escritura:
1ª fase. En la memoria de trabajo (MT)
tenemos una tarea, por ejemplo, cosas que
hay en un cumpleaños. Entonces, se acude a conocimientos ya almacenados (MLP)
y se lleva a la MT las palabras que se quieren escribir. Por ejemplo, globo
2º fase. Una vez que sabemos que
palabra vamos a escribir, podemos obtener su forma gráfica siguiendo dos rutas:
VI o VD.
VI → Cuando usamos la vía indirecta (VI) se actualiza la forma oral de la palabra
/globo/ y se identifica la secuencia correcta de sonidos que la componen
/g-l-o-b-o/; y se va relacionado con los grafemas correspondientes, en el mismo orden.
Pero si se equivocan usando esta vía, comenten errores fonológicos graves (omisiones
de grafemas –gobo-, inversiones –golbo-, sustituciones –glopo-). Fijaos,
escriben una palabra que suena distinto a lo que ellos querían escribir.
Por esta vía se pueden escribir palabras que se escuchan por primera vez,
palabras cuyo significado se desconoce, palabras para las que no se tiene una
huella ortográfica (VD) construida.

VD
→ Se utiliza la vía directa (VD) sólo cuando la persona ha
tenido experiencias previas con esa palabra y ha creado una huella ortográfica
en la MLP para esa palabra. Así, por ejemplo, si va a escribir la palabra “llave”,
actualiza la huella o forma ortográfica de la palabra y se deja en la memoria
de trabajo (MT).
Esta vía es
imprescindible para escribir correctamente palabras que contienen sonidos que
admiten una doble grafía (b/v; g/j; ll/y; h). Porque si la persona no dispone
de una VD para esa palabra, va a escribirla haciendo uso de la VI, es decir,
basándose en sus sonidos, y puede escribir “llabe, yave o yabe”).
Fijaos,
cuando una persona ha
tenido un error de léxico visual, es decir, no ha podido usar la VD y ha usado
la VI, al leer en alto la palabra escrita suena igual que la que quería escribir
(yabe suena igual que llave).

3ª fase. Se realiza el patrón motor
de estos grafemas que la persona tiene almacenados en la MT.
Son muchos los procesos y al principio resulta una labor muy costosa, pero
con la práctica, se automatizan estos procesos básicos y la mente queda libre para
procesos superiores (pensar en el contenido que se quiere escribir) Sin
embargo, hay niños que estos procesos no llegan a dominarlos bien.
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