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jueves, 7 de mayo de 2020

Factores que influyen en el éxito lector

Apuntes del curso: "Trastorno de aprendizaje específico: la dislexia. Intervención en la escuela." Universidad de Burgos. Directora: Gemma Santaolalla 

El éxito que tenga un alumno en la lectura depende de 4 tipos de variables que interactúan entre sí: la tarea que se solicite; los conocimientos del alumno, sus habilidades y su actitud ante la tarea.

4 variables


Todas estas variables pueden manipularse (tarea y motivación) y / o enseñarse (conocimientos y habilidades) en el aula. Al ser variables interdependientes, si el alumno tiene dificultades en una de ellas, las otras pueden compensarla.
La 1ª variable que vamos a nombrar es la de la tarea que se demanda. Esta debe adecuarse a la diversidad de alumnado que hay en un aula. Así, podemos fijarnos en la calidad del texto que ofrecemos (si presenta las ideas claramente y bien ordenadas), la adaptación a su nivel lector (si es apropiado para su edad en cuanto a contenido, longitud, tamaño de letra…) o la facilitación de información relevante (subrayados o letra en negrita, esquemas o comentarios previos que hace el docente). Otros aspectos que influyen en la ejecución de la actividad hacen referencia a la situación de lectura que creemos: como el tiempo de lectura/ estudio; que la lectura sea individual o en grupo; en alto o en bajo, en un ambiente relajado o de evaluación.
Una 2ª variable se relaciona con los conocimientos que haya adquirido el alumno. Estos conocimientos son de 3 tipos: sobre el tema que se lee (los seres vivos, el sistema solar, medición de figuras geométricas…si el texto es curricular; o sobre la vida y las emociones si el texto es narrativo); sobre el lenguaje (vocabulario y morfosintaxis para comprender/construir ideas, relacionarlas o enlazarlas); y sobre la lengua escrita (conocer las reglas de correspondencia grafema/fonema -RCG/F-, saber que los textos tienen ideas principales y secundarias y, además, que las ideas principales están relacionadas entre sí). Así, un buen conocimiento del tema de lectura y del lenguaje pueden compensar dificultades lectoras; o un buen nivel lingüístico y un buen conocimiento sobre los textos, facilitan la lectura sobre temas nuevos.
Una 3ª variable hace referencia a los procedimientos que se ponen en juego cuando se lee. Éstos son de 2 tipos: unos metacognitivos y otros específicos.
- Los procedimientos metacognitivos hacen referencia a la capacidad para planificar, evaluar y regular la conducta. Son procesos generales que emprendemos con cualquier actividad que realizamos. Si estamos leyendo, consiste en proponerse un objetivo de lectura (buscar un dato, disfrutar leyendo una novela, estudiar para un examen) y, en función de ello, realizar un conjunto de procedimientos que regulan la buena ejecución de la tarea (poner mayor o menor atención en la decodificación, en la comprensión de las idea, en hallar la idea principal o en cómo se organiza el texto); y evaluar si se están alcanzando los objetivos de lectura propuestos, porque si no es así, habrá que realizar otros procedimientos lectores (leer nuevamente el texto, explicarse a sí mismo la información con sus propias palabras,  consultar al docente o en otro libro…) hasta conseguir la meta deseada.
Los procedimientos específicos los podemos clasificar en 2 categorías: básicos y complejos:
Los procesos básicos permiten reconocer la palabra o decodificarla (traducen la letra impresa a lenguaje hablado). Se considera que estos procesos básicos son los verdaderamente específicos de la lectura. Y, cuando una persona tiene dificultades específicas para aprender estos procesos básicos, decimos que tiene dislexia. Es importante saber que su falta de dominio no se encuentra directamente relacionada con la capacidad intelectual (CI) de la persona.
Sin embargo, los procesos de alto nivel, que permiten construir ideas, relacionar información, identificar cómo se organiza el texto y dotar de sentido a todo lo que se lee,   suelen relacionarse con el CI del sujeto (Hulslander, Olson, Willicutt y Wadsworth, 2010). Así, a las personas que tienen dificultades de comprensión de textos también les cuesta comprender el discurso oral. Es por tanto, un problema que trasciende a la lengua escrita. No obstante, es verdad que algunas personas con dislexia sí encuentran dificultades para comprender textos escritos, pero, en estos casos, su causa no es una falta de comprensión general; sino una falta de dominio de los procesos básicos.
Con la 4ª variable, la motivación ante la tarea nos referimos a la fuerza con la que se quiere alcanzar el objetivo de lectura. Algunas variables que facilitan que se persista en la tarea son: perseguir un objetivo "claro" de lectura, tener la confianza de que se podrá alcanzar dicho objetivo de comprensión (si no, modificamos la tarea; o se incrementan las ayudas) y sentir que vale la pena el esfuerzo invertido.
La elección de lecturas incrementa inicialmente la motivación por la lectura; pero para que esta se mantenga, es imprescindible que se comprenda lo que se lee; y, si una persona no es buena decodifiando un texto o comprendiéndolo, debemos proporcionarle ayudas.
Algunas de las actividad que suelen enganchar a los alumnos son las lecturas conjuntas, en las que el docente empieza leyendo el texto y despierta la curiosidad de su alumnado por seguir conociendo la historia; o las las lecturas compartidas en las que se llena de significado el texto que se lee (hay un diálogo constante sobre lo leído), en un clima de aceptación y disfrutando de la actividad sin presiones.
Todo ello, ayuda a que el alumno encuentre un sentido a la actividad lectora y quiera repetirla. Estas experiencias pueden realizarse perfectamente en el aula (en gran grupo, pequeño grupo o parejas); aunque también podemos enseñársela a los padres para que la practiquen con sus hijos en casa.

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